Por Luna Hanono I Click Project 

 

Este viaje es diferente a todos los anteriores. Voy con todo mi amor y dedicación para Israel, un país que siempre nos abre sus puertas, y por nuestros soldados que luchan día a día para mantenernos a salvo.

Voy a este viaje a hacer lo que más me apasiona: DAR.

Dar un poco de mí en un momento tan difícil para Israel, mi país, aunque no viva ahí. Es mi gente, mi comunidad, y forman parte de mí.

He superado muchos retos, y dar es lo único que me llena verdaderamente. Lo haré con todo mi esfuerzo, a pesar de los dolores físicos y las dificultades que enfrento, porque sé que hay personas que llevan más de 300 días sin poder vivir en paz.

Como le pasó a muchos, después del 7 de octubre, mi vida cambió para siempre. No he dejado de seguir las noticias, de informarme, de rezar y de hacer lo que esté a mi alcance.

Por eso decidí unirme al voluntariado. Quiero hacer más, poner manos a la obra allá, a pesar de que mi familia y amigos me dicen que estoy loca por ir a un país en guerra. No me importa; me dicen que soy valiente… pero valientes son todos aquellos que han vivido y muerto por nuestro estado.

Voy con fe, con muchas ganas, con convicción, dispuesta a dar lo mejor de mí a un país que siempre nos recibe con los brazos abiertos.

Sentí la necesidad de ir. No podemos quedarnos callados, pensando que con el mínimo esfuerzo alguien más hará algo.

Gracias a mi mamá por apoyarme en todo momento, a pesar de tener miedo e incertidumbre; a Irit y a Jacobo por su tiempo y dedicación; a la comunidad, al gobierno de Israel, a Taglit y a todos los que están detrás de este proyecto tan especial, dándonos el espacio para hacerlo realidad.